Soy una de esas personas que desoye la antipática frase tan extendida hoy día y que viene a decir que uno sólo no puede salvar el mundo.
Quizá mi menda habite en los mundos "teletúbicos", pero bien pensado, no me importa en absoluto creer que un grano de arena unido a otro, y a otro, y a otro más, y así sucesivamente, hacen efectiva esa otra frase, más de mi agrado, cuyo argumento aproximado trata de construir una gran playa.
No soy más solidario que nadie, debo reconocer que, en muchas ocasiones, mandaría todo a la mierda directamente cuando leo que tal o cual ONG ha hecho esto o aquello, hablando de fraudes, claro está. Me planteo que si salen esas puntas de iceberg (las cuales, dicho sea de paso, son olvidadas por todos al día siguiente), ¿qué no habrá oculto en el resto del hielo?.
Siempre he sido de la opinión de que el mundo se muere de hambre por culpa de cuatro hijos de puta que no tienen bastante con comer marisco una vez a la semana, por decir algo. No tienen bastante con nada, siempre quieren más, quieren poder, quieren jugar al monopoly con el globo terráqueo y nosotros somos una especie de tamagochis movidos y alimentados a su antojo. Lo único que les falta por conseguir (o eso quiero creer, que no lo han conseguido) es dominar los desastres naturales para enviar aquí un huracán y allá una inundación, pues hay mucha población y, por consiguiente, mucho paro y pocos recursos...
Estoy convencido, aunque parezca una herejía lo que voy a decir, de que no se cura el cáncer porque no interesa hacerlo. Una gran parte del presupuesto va destinado a fines bélicos, defensivos dicen, pero, en conclusión, para matar. ¿No es contradictorio que destinen también otra gran parte a la investigación para la curación de enfermedades? Por un lado nos matan y por otro nos quieren hacer creer que nos están ayudando a curarnos.
Y ¿qué coño pasa con esas energías que no contaminan y que sólo cuatro inconscientes (o valientes) utilizan? ¿Por qué no se potencian con abaratamientos de instalación, facilidad de mantenimiento y publicidad hasta hartarnos? Porque no interesa, está claro. Por poner un ejemplo, más de la mitad de España (hay más países en las mismas condiciones) podría haber instalado energía solar en sus casas, pero claro, después nadie podría facturar el sol, ese es el problema. Hecha la ley, hecha la trampa, visto lo visto, ya aplicarán alguna especie de canon para sacar beneficio del Astro Rey. Ya sé que se está imponiendo en edificios de nueva construcción la obligación de instalar placas solares generales, además de las energías habituales, ¿no creeis que es otra fuente de ingresos más? ¿no creeis que se podría utilizar únicamente la energía solar o de otro
tipo?
Bueno, estoy mosca, es verdad. Me ha venido a la cabeza un día de verano, de hace unos diez años, que estuve por Orihuela y lo único que recuerdo es el olor nauseabundo que había en los alrededores del río. Si no lo han solucionado, no quiero ni pensar lo que habrá ahora.
Me apena pensar que vuestros hijos (yo no tengo), van a recibir de nuestras manos un mundo gris, marrón e interesado (volvemos a la edad media), y quizá vuestros nietos el único verde que conozcan sea el de las acuarelas. Y la culpa de todo la tenemos todos, pero más, mucho más, esos cuatro a los que hacía mención casi al principio de mi histeria escrita y que no son, precisamente, una marca de equipamiento informático (HP).
Salud.