sábado, 18 de febrero de 2012

A CÁMARA LENTA.


Miro por la ventana y veo un movimiento que me llama la atención de un hombre que está sentado con otros dos en la terraza de un bar. A uno de ellos lo conozco y conozco sus trapicheos y las movidas en las que anda metido, a los otros dos no.

Uno de los que no conozco se levanta la manga de la cazadora y hace alusión a algo del brazo, el de enfrente le dice que él hacía eso cuando tenía 25 años, que estaba loco, pero ahora no.

Hablan de la edad que tienen, 44 años... y los miro bien... miro el aspecto general y me entristece... parecen mucho mayores, no sólo por sus caras, sino también por sus movimientos... son lentos, muy lentos, como de ancianos de 90 años.

Uno de ellos le da al otro (que tiene un platillo con monedas) un billete de diez euros, y el otro lo coge a cámara lenta, y a cámara lenta lo mete en el bolsillo.

Se están fumando algo que se van pasando unos a otros, supongo que es un porro. Dos de ellos están muy colocados y se mueven muy lentamente, casi me parece verlos bajo el agua o en estado de ingravidez.

Con la escena me he quedado un poco pensativo en cuanto a las vueltas que puede dar la vida. En que, según con quién te encuentras en el camino y la fortaleza que tengas, tu situación personal puede ser de una forma u otra...

En fin...

Salud.

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