viernes, 15 de diciembre de 2017

EN OCASIONES...

Resultado de imagen de gilipollas

Quizá me haya vuelto un descarado, aunque miro "padentro" y no es oro todo lo que reluce. Quiero decir, que yo no soy así en realidad, soy una puta circunstancia, un producto moldeado por algunas personas que me he ido encontrando en el camino y, como soy gilipollas, me he dejado influir por sus mezquindades.

No soy así de gilipollas siempre, esa es la verdad. También me he encontrado a personas maravilla, así las llamo porque son eso, una maravilla que ha conseguido que brille en muchas ocasiones, aunque haya sido en la intimidad.
Por ejemplo, una rubia de ojos marrones me enseñó a darme valor. Todavía está ahí intentando que no se me olvide que soy un tío muy sensual. Tiene huevos... en mi vida hubiese imaginado que soy sensual, y mucho menos atractivo, resultón o bobadas de esas que necesitamos creernos a veces para no caer en la más profunda miseria de los eternamente ignorados.

Me faltaba la puesta de cornamenta de mi Rosa... hija de puta... no me nace otra palabra ahora, con lo que yo la he querido. Siento como si me hubiese arrancado un trozo de mi vida para, simplemente, limpiarse los mocos. Eso es lo que siento. Siento que me debe ese trozo, es mío, era mío y ni siquiera lo aprovechó para hacer croquetas, la cabrona.

Bien... pelillos a la mar, sólo es un bajón al que, seguramente, sacaré el lado positivo, siempre lo hago, soy así de gilipollas.

Y como ya he perdido el hilo, fin del post, que para eso el blog es mío.

Salud (o lo que os salga de la polla).

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