viernes, 15 de diciembre de 2017
EN OCASIONES...
Quizá me haya vuelto un descarado, aunque miro "padentro" y no es oro todo lo que reluce. Quiero decir, que yo no soy así en realidad, soy una puta circunstancia, un producto moldeado por algunas personas que me he ido encontrando en el camino y, como soy gilipollas, me he dejado influir por sus mezquindades.
No soy así de gilipollas siempre, esa es la verdad. También me he encontrado a personas maravilla, así las llamo porque son eso, una maravilla que ha conseguido que brille en muchas ocasiones, aunque haya sido en la intimidad.
Por ejemplo, una rubia de ojos marrones me enseñó a darme valor. Todavía está ahí intentando que no se me olvide que soy un tío muy sensual. Tiene huevos... en mi vida hubiese imaginado que soy sensual, y mucho menos atractivo, resultón o bobadas de esas que necesitamos creernos a veces para no caer en la más profunda miseria de los eternamente ignorados.
Me faltaba la puesta de cornamenta de mi Rosa... hija de puta... no me nace otra palabra ahora, con lo que yo la he querido. Siento como si me hubiese arrancado un trozo de mi vida para, simplemente, limpiarse los mocos. Eso es lo que siento. Siento que me debe ese trozo, es mío, era mío y ni siquiera lo aprovechó para hacer croquetas, la cabrona.
Bien... pelillos a la mar, sólo es un bajón al que, seguramente, sacaré el lado positivo, siempre lo hago, soy así de gilipollas.
Y como ya he perdido el hilo, fin del post, que para eso el blog es mío.
Salud (o lo que os salga de la polla).
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jueves, 2 de noviembre de 2017
Hoy me he visto en una situación en la que jamás me hubiera imaginado estar.
Salía de casa y me abordó una vecina del barrio, vive tres edificios más allá del mío, y me pregunta si estoy solo en casa últimamente. Me quedo a cuadros, pues no esperaba esa pregunta y... bueno... sólo le he contestado un "pues sí, sí... jeje" (las ganas eran otras, un "y a tí qué te importa", era lo suyo).
Cuando pensaba que únicamente me había preguntado por curiosidad, o caldoseo, que se dice por aquí, me mira muy directa y me suelta: "Vaya, pues mi marido se ha ido de viaje un mes, y... pues eso... que aquí estoy yo"...
Os juro que si me pilla esta situación en otro momento de mi vida, por ejemplo cuando aún estaba con mi Rosa, me hubiera hecho hasta gracia. Al llegar a casa se lo habría contado y nos hubiéramos descojonado los dos... bueno, igual ella se habría puesto algo celosilla, pero vamos, que la escena nos habría dado risa. Más que nada porque yo le habría explicado la cara de palo que se me puso, el sudor frío y esas cosas que nos pasa a los calzonazos. Pero en estos momentos, no ha sido así. En estos momentos, creed que me ha puesto nervioso, pero nervioso en plan mal. Nunca me ha pasado algo así tan descarado, o al menos nunca me he dado cuenta.
Ahora estoy acojonado. No ha llegado a más, pero me siento intimidado. ¿Soy un flojeras? ¡Yo qué sé! El caso es que no me ha gustado esa (in)directa, porque nunca he dado pie a nada, así que no la entiendo... Que síííííí... que últimamente estoy un poco gooooolfo... pero joder, recién comido y sin conversación previa, me resulta hasta desagradable... bueno... y que la tía no es mi tipo también afecta, cuidao...
Ale, pues eso.
Salud.
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martes, 10 de octubre de 2017
4 AÑOS DE APRENDIZAJE
Cuatro, bonito número. No sé, a mi me gusta. Ahora, que me gusta más todo lo que he aprendido.
Es posible que me haya endurecido un poco, pero la esencia sé que sigue.
No es malo endurecerse (no seáis cochinos, hablo de la personalidad, los sentimientos y esas cosas). Ahora tengo claro, o eso creo, qué quiero y qué no. Tengo mucho amor que dar y, simplemente, elijo a quién darlo.
Han sido cuatro años de desenfreno sexual, sin barreras, probando todo lo que se me ofrecía. Yo que sólo tenía ojos para mi Rosa... Quién me ha visto y quién me ve. Ahora soy exigente en todos los sentidos. No pienso conformarme con lo primero que aparezca, si es que aparece algo.
Echo de menos los abrazos en momentos de bajón, pero no se puede tener todo.
He descubierto que el sexo sin amor no está mal. Y qué cantidad de mujeres, con todas sus letras, hay por el mundo. Mente abierta, al fin y al cabo, que no hemos nacido en una burbuja de la que no nos dejan salir. Hay que volar, mirar, probar, oler, lamer... SENTIR.
Aceptar a los demás como son para que nos acepten a nosotros y vivamos en armonía. No, no me he hecho hippy, me he hecho "aceptador", si es que existe la palabra. Y si no existe, me la suda... O sea... Lo acepto.
Después de estas divagaciones, sólo queda decir que he aprendido grandes cosas, hasta de las tías que me habéis decepcionado. Si fueseis tíos os diría que la tenéis pequeña, la destreza también... Pero al ser tías, os diré que soy un tipo selectivo que acabó hasta los huevos de ser un calzonazos y ya no más, queridas mías.
Iré contando mis aventurillas, que ya sabéis que estas cosas hay que contarlas, cuanto más exageradas,
mejor.
Salud.
jueves, 5 de octubre de 2017
HEMOS ROTO...
Pues sí. Desde 2013 que tengo esto abandonado y es que hasta las ganas de ver el rosa chicle se me quitaron.
Las cosas no marchaban bien, por eso creo yo que tuvimos la movida de lo del vecino que la piropeaba y tal... MAMÓN!!
Parece ser que, según mi Rosa, yo no he valorado lo que tenía en casa... no sé de qué me suena esa frase. Seguramente tendré yo la culpa de todo, como soy un calzonazos. Pero hay que ver, qué poca consideración. Después de depilarme por ella... hay que joderse...
Sí, y se ha ido con ese mismo vecino (MAMÓN!!), que no se depila porque no le hace falta, no tiene pelos ni en la lengua, y me la ha conquistado de los pies a la cabeza.
Viven en el mismo edificio que nosotr... que yo, porque el tío ni pelos, ni pelas tiene para cambiarse de casa. Y menudo papelón cuando me cruzo a mi Rosa en la escalera, y me mira con esos ojillos, como diciendo: "tú te lo has buscao, por gilipollas"...
A ver si alquilan el bajo a alguna tía buena, me la ligo, me morreo con ella en el portal y que se joda mi Rosa... mi Rosa... no puedo evitar seguir llamándola así...
Maldito amor y esas mierdas...
Salud.
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