lunes, 15 de abril de 2013

MARIOLA


Mariola, no te preocupes, has hecho lo que debías. Es cierto que no como debías, pero los nervios son jodidos, ¿verdad? Y más cuando parece que te han herido...No tengo buena sensación, pero tampoco mala, y eso creo que es bueno... así que no sufras porque tu tema se encuentra en el km.0, exactamente igual que antes, como si yo no estuviera...

No te sientas culpable, ni orgullosa tampoco, pero las cosas vienen como y cuando tienen que venir... a veces se quedan, otras se van, y otras, simplemente pasan desapercibidas...

Ufffff... me ha dao la vena sensiblona... y es que estaba fumando un cigarro en la ventana y de repente he oído a una chiquilla dando voces en la calle. Estaba hablando por el móvil con alguien, supongo que con su amor, o desamor, o examor o yo qué sé qué sería... un ente (vamos a llamarlo así)... le estaba dedicando primero bonitas palabras, le decía esas cosas que dicen las chicas, pero de repente cambió su expresión y lo mandó a la mierda... así, sin anestesia... yo no sé qué le diría el ente, pero tuvo que ser gordo, porque acto seguido empezó a dedicarle todo tipo de insultos que no puedo poner aquí porque me hacen daño a la vista y a las teclas...

Alzó su vista y me vió... yo no sabía dónde meterme, me había pillado escuchando, ejeje... pero es que tenía el cigarro y no me lo iba a tragar. Se quedó mirando y me dijo:

- ¿Me has oído?
- Un poco, sí. –le dije sonriendo de forma embarazosa.
- ¿Por qué me espías?
- ¿¿Yooo?? Niña, estaba aquí fumando y apareciste, ya está.
- ¿Y qué piensas de mi?
- Nada, no te conozco. Supongo que tus razones tendrás para haber dicho todo eso.
- Pues sí, tengo mis razones... sois todos iguales... nos hacéis creer cosas y después nos dais la patada, nos usáis, nos embaucáis con palabras y nunca pasáis a los hechos por pequeños que sean a no ser que os interese... sois unos hijos de p....
- Eeeeeehhhh, paaaraaa chicaaaa... que se me va a atragantar la nicotina. No sé qué te han hecho, pero yo no soy como dices tú... piensa un poco, anda... ve a casa y tranquilízate, que verás como al final nada es tan importante...
- Bueno, perdona... tienes razón, no te conozco, pero es que...
- Nada mujer...
- Me voy... por cierto, me llamo Mariola.
- Encantado. Yo no te digo mi nombre, si no te importa...
- Vale.

...y se fue.

Como dice la Cuqui, “me caigo muerto!!!"... en qué movidas me veo envuelto sin comerlo ni beberlo... y después dicen que viajando se tienen experiencias. No hay nada como fumar en la ventana de tu casa.

Salud.

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