Mariola, no te preocupes, has hecho lo que debías. Es cierto
que no como debías, pero los nervios son jodidos, ¿verdad? Y más cuando parece
que te han herido...No tengo buena sensación, pero tampoco mala, y eso creo que
es bueno... así que no sufras porque tu tema se encuentra en el km.0,
exactamente igual que antes, como si yo no estuviera...
No te sientas culpable, ni orgullosa tampoco, pero las cosas
vienen como y cuando tienen que venir... a veces se quedan, otras se van, y
otras, simplemente pasan desapercibidas...
Ufffff... me ha dao la vena sensiblona... y es que estaba
fumando un cigarro en la ventana y de repente he oído a una chiquilla dando
voces en la calle. Estaba hablando por el móvil con alguien, supongo que con su
amor, o desamor, o examor o yo qué sé qué sería... un ente (vamos a llamarlo
así)... le estaba dedicando primero bonitas palabras, le decía esas cosas que
dicen las chicas, pero de repente cambió su expresión y lo mandó a la mierda...
así, sin anestesia... yo no sé qué le diría el ente, pero tuvo que ser gordo,
porque acto seguido empezó a dedicarle todo tipo de insultos que no puedo poner
aquí porque me hacen daño a la vista y a las teclas...
Alzó su vista y me vió... yo no sabía dónde meterme, me
había pillado escuchando, ejeje... pero es que tenía el cigarro y no me lo iba
a tragar. Se quedó mirando y me dijo:
- ¿Me
has oído?
- Un poco, sí. –le dije sonriendo de forma embarazosa.
- ¿Por qué me espías?
- ¿¿Yooo?? Niña, estaba aquí fumando y apareciste, ya
está.
- ¿Y qué piensas de mi?
- Nada, no te conozco. Supongo que tus razones tendrás
para haber dicho todo eso.
- Pues sí, tengo mis razones... sois todos iguales... nos
hacéis creer cosas y después nos dais la patada, nos usáis, nos embaucáis con
palabras y nunca pasáis a los hechos por pequeños que sean a no ser que os
interese... sois unos hijos de p....
- Eeeeeehhhh, paaaraaa chicaaaa... que se me va a
atragantar la nicotina. No sé qué te han hecho, pero yo no soy como dices tú...
piensa un poco, anda... ve a casa y tranquilízate, que verás como al final nada
es tan importante...
- Bueno, perdona... tienes razón, no te conozco, pero es
que...
- Nada mujer...
- Me voy... por cierto, me llamo Mariola.
- Encantado. Yo no te digo mi nombre, si no te importa...
- Vale.
...y se fue.
Como dice la Cuqui, “me caigo muerto!!!"... en qué movidas me
veo envuelto sin comerlo ni beberlo... y después dicen que viajando se tienen
experiencias. No hay nada como fumar en la ventana de tu casa.
Salud.
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